Una de las veces que fui al festival del comic de Angoulême, en 2002, cogí un cartelito pegado a una farola, con el email de un guionista que buscaba dibujantes. Le escribí y me mandó varios resúmenes de guiones, entre los que decidimos probar con este. Varios dibujos de búsqueda del estilo apropiado, creación de personajes y ambientes, y alguna página, que no bastaron para convencer a ningún editor del interés de este proyecto.
Sí, amigos, la vida del dibujante es un camino de rosas, espinas incluidas. La del guionista, también :-D
3.3.10
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